miércoles, 23 de julio de 2008

RECUERDOS DE LOS VERANOS DE INFIERNO



LLega el verano y con él, el infierno. Había olvidado aquellos veranos de calor “extático” aquellos que te impregnaban la piel en fuego, y por más que te restregases no lograbas sacarte esa sensación de calor profundo. Recuerdo que por las noches, me levantaba a oscuras y empapaba mi cuerpo con agua y después, regaba mi propio colchón para sentir algo más de frescor, y a veces, ni con esas uno era capaz de calmarse. Acordémonos de esas noches de angustia, de revoltijos y volteretas en la cama, hace tiempo que no he sufrido de insomnio por calor… o de aquellas andanzas por la casa, buscano la cocina, y al abrir el frigorífico terminabas sentado en una de las sillas a oscuras, con la ventana abierta, buscando con el cuerpo las ráfagas del viento directas al pecho, si lo hubiera. En la casa en que yo viví había un gran laurel, y él era nuestra gran veleta. El que nos marcaba los pasos del viento, y tras ellos, tras esos pasos, se colaban los olorosos aceites del laurel por la ventana de la cocina, sobre todo, cuando la noche somnolienta nos perturbaba el sueño. Recuerdo como sus hojas alargadas eran sacudidas y juntas se movían en forma de sonajero. El ruido que hacían evitaba que escuchara cualquier otro elemento y eso, me tranquilizaba. Qué tiempos aquellos! Y qué olvido!

Llega el verano y el infierno y con ellos los recuerdos.


CITA


Paul Valéry (1871-1945)
Nada es más "original", nada es más "uno mismo" que alimentarse de los demás. Pero hay que digerirlos. Los leones estan hechos de ovejas asimiladas

1 comentario:

Peter Pan dijo...

precioso... tienes toda la razon. El verano es muy bonito, y muy triste a la vez.
recuerdos de Lucia, estuve ayer con ella en Dusseldorf.