miércoles, 23 de enero de 2008

¿No se cansan los glóbulos rojos de ser glóbulos rojos?




Y algunos se quejan… después de haber leído sobre la intensa vida de perro de, éstos, nuestros amigos, uno sólo puede dar gracias al ser que le trajo al mundo, a mi madre, y a la madre de mi madre y así hasta completar una línea de agradecimiento que llegase hasta eso o ese ser que concibió por primera vez la vida. Doy gracias por no ser un glóbulo rojo. Doy gracias por no tener una vida de trabajo, esclavizado, siendo un sumiso porteador de O2 y de más impurezas, que de seguro se les pegan al cuerpo; como arcilla, cuarzo o el jodido polvo africano que se avecina estos días en forma de nubarrón negro. Por lo que, probablemente, los glóbulos rojos dejarán de ser seres rojos pasando a ser seres quemados por el polvo africano.

La vida de nuestros amigos no llega a los noventa días. Y desde que amanece hasta que vuelve amanecer, así ininterrumpidamente, sólo descansando en el momento de su muerte. ¿Habráse visto semejantes currys? Si son peores que los que figuraban en el subsuelo de los fraggels que éstos iban muy lentos. ¿No hay sindicatos en el cuerpo humano que protejan la vida de estos rojos amigos y, que les ofrezcan vacaciones en alguna parte inexplorada por ellos dentro del cuerpo humano, como el cerebro de algunas personas? ¿Acaso no tienen derecho de llegar a los confines más recónditos aunque sea de vacaciones, es decir, de pascuas a ramos? ¿No nos iría mejor a todos que a muchas personas el riego les fuera mejor? Igualmente, siguiendo con este atentado contra los derechos de los seres vivos, ¿cuantas veces tiene que subir un glóbulo rojo de las plantas de los pies a la cabeza? ¿Cuantas veces al minuto, nuestros expertos amigos, sin rechistar cumplen su misión? ¿No es lastimoso dejarles desatendidos cuando demuestran una intensa y leal capacidad para subir y bajar cargados de O2, toxinas y dióxido de carbono?

Con este mensaje intento recoger firmas para mejorar la vida de los glóbulos rojos. Por favor, si estás ahí, sí ahí con el cleenex en la mano, habiendo escuchado ésta trágica historia, por favor, actívate, y envía tu firma a SALVA AL GLÓBULO ROJO PUTO COM.

Otro día hablaremos de la mísera vida de las plaquetas que viven diez dias…explotadas.

Soren

martes, 8 de enero de 2008

RECOMENDACIÓN: ACROSS THE UNIVERSE


http://www.acrosstheuniverse.com/

Ayer me decidí a ir al cine a ver el músical sobre las canciones de los Beatles “Across the universe” en los cine Golem (antiguos Alphaville – Plaza de España). Con cierta prudencia, me introduje en la sala; uno sabe la dificultad que entraña crear un musical, y claro, también uno es consciente de sus desastrosas consecuencias. Me terminé diciendo, al fin y al cabo, siempre quedarían las canciones de los Beatles. A medida que avanzaba la historia, me iba deshaciendo - aunque con resistencia - con las bellas voces de los actores cantando esas grandes letras clásicas de los Beatles, que cobraban una nueva dimensión desde el solo (a capella). El guión no dejaba de perder verosimilitud o fuerza, ya que la música siempre tiende a desviar la atención de la historia, sino que te seguía sorprendiendo con la trama principal y subtramas que no cejaban de dirigir la orquesta. Las canciones, bajo mi mirada, estaban muy bien enlazadas, salvo en muy pocas ocasiones que sentí que las metían tórpemente.

Cuando terminó el metraje, me dije a mí mismo, que había nacido un nuevo musical que pasará de generación en generación como lo ha hecho Grease o West Side Story. Debo subrayar de nuevo la idea con la que abría el escrito; el musical es un género muy dificil de llevar a cabo, y cuando se consigue, es uno de los formatos con mayor capacidad para hacerte experimentar una cantidad de emociones tremenda. Supongo que muchos nos diremos, claro, “el poder de la música” apela rápidamente a nuestros sentidos, e indudablemente ayuda; sobre todo, cuando la música es de una gran calidad. Recordar todas las letras de los Beatles juntas, desde canijo que no me paraba a echarle un ojo, uno se da cuenta de que no pasan de moda y son realmente “touchy”. Esta vez, cuando subí al ascensor de mi casa y me miré en el espejo si que vi la palabra “touchable” J



Destaco algunos trozos de canciones beatlesianas que sonararon increibles:

Hey Jude!
AND ANYTIME YOU FEEL THE PAIN, HEY JUDE, REFRAIN,DON'T CARRY THE WORLD UPON YOUR SHOULDERSFOR WELL YOU KNOW THAT IT'S A FOOL WHO PLAYS IT COOLBY MAKING HIS WORLD A LITTLE COLDER.


Something

Something in the way she moves Attracts me like no other lover Something in the way she woos me I don't want to leave her now You know I believe her now Somewhere in her smile she knows That I don't need no other lover Something in her style that shows me

All My Loving

Close your eyes and I'll kiss you,
Tomorrow I'll miss you,
Remember I'll always be true.

And then while I'm away,
I'll write home everyday
and I'll send all my loving to you.

I'll pretend that I'm kissing
the lips I am missing,
and hope that my dreams will come true.

I Want To Hold Your Hand


Oh, yeah, I'll tell you somethin' I think you'll understand
When I say that somethin' I want to hold your hand
I want to hold your hand
I want to hold your hand

Oh, please say to me you'll let me be your man
And please say to me you'll let me hold your hand
Now let me hold your hand
I want to hold your hand


All you need is love

There's nothing you can do that can't be done
Nothing you can sing that can't be sung
Nothing you can say but you can learn how to play the game
It's easy
Nothing you can make that can't be made
No one you can save that can't be saved
Nothing you can do but you can learn how to be you in time
It's easy
All you need is love

Las neuronas del optimismo

Un estudio realizado con resonancia magnética desvela
las zonas del cerebro que generan una actitud positiva


MADRID.– Que una persona vea
la vida de color de rosa y otra en
tonos más bien oscuros depende
de la capacidad de cada uno para
generar escenas positivas
. Un
estudio, publicado en Nature, ha
desvelado las zonas del cerebro
responsables del optimismo. Según
este trabajo, los pesimistas
presentan un menor grado de actividad
en estas áreas, por lo que
presentan mayor dificultad para
recrear situaciones venideras
agradables, algo que podría estar
relacionado con la depresión
.
«Hemos encontrado que la activación
en la amígdala y en la región
de la corteza cingulada anterior
[dos áreas del cerebro] es
mayor cuando se imaginan hechos
positivos del futuro frente a
episodios negativos, y que la conexión
entre estas áreas es superior
si se piensa en escenas agradables.
Esto se relaciona con una
visión optimista», explica a EL
MUNDO Tali Sharot, del departamento
de Psicología de la Universidad
de Nueva York y principal
autora del estudio.
Actividad cingular
«Además, el grado de actividad en
el cíngulo se relacionó con los niveles
de optimismo entre las personas
», asegura. A esta conclusión
ha llegado Sharot junto con
otros del Instituto de Neurología
de la Universidad de Londres después
de haber realizado una serie
de resonancias magnéticas funcionales
mientras los participantes
pensaban en diferentes episodios
autobiográficos.
Gracias a las imágenes obtenidas
mediante esta técnica, se
pudo observar el mecanismo cerebral
que subyace al optimismo
y las diferencias entre unos individuos
y otros. La actividad en la
amígdala (un grupo de neuronas
relacionadas con las emociones y
la experiencia personal) y en la
región de la corteza cingulada
anterior (una región entre los dos
hemisferios) era menor cuando
se pensaba en situaciones negativas
del futuro y cuando se recordaba
el pasado. Además, la actividad
de estas áreas era mayor
en los más optimistas.


EL MUNDO - 25 de Octubre

viernes, 4 de enero de 2008

Emilio Prados: ¿un poeta menor?

Emilio Prados y Manuel Altolaguirre han sido condierados siempre como poetas menores de la generación del 27, pero ojo, porque algunos versos, por ejemplo el poema que cuelgo más abajo, bajo mi punto de vista, están a la altura de Lorca, Juan Ramón o Alberti, y si no, contradecirme:

Emilio Prados (España, 1899-1962)

Cerré mi puerta al mundo

" Cerré mi puerta al mundo;
se me perdió la carne por el sueño...
Me quedé, interno, mágico, invisible,
desnudo como un ciego.

Lleno hasta el mismo borde de los ojos,
me iluminé por dentro.

Trémulo, transparente,
me quedé sobre el viento,
igual que un vaso limpio
de agua pura,
como un ángel de vidrio
en un espejo. "

¿Hay alguien que conozcamos que haya descrito el momento de "descorporeización" del ser tan brillantemente? Volvamos a ello;

“se me perdió la carne por el sueño”,
“me quedé interno, desnudo…”

Se abrió la flor y salió mi alma, aquella que se confunde con el mundo incluso con el mismo reflejo de la belleza. Prados nos describe este estado a través de una acción “cerrar la puerta al mundo” aislarse, submergirse dentro de sí mismo. La única forma de llevar a cabo este proceso es a través de una experiencia dolorosa, del sufrimiento mismo, de una necesidad interior. Uno no desea “cerrar su puerta al mundo” sino que lo lleva a cabo por convicción como única salida en un momento dado. Obligado a aislarse, termina encenciéndose por dentro. Desposeido de cuerpo se libera llegando a su estado de “perfección”.

Habiendo leído otro poemas como Posesión luminosa encontramos en la última estrofa:

“Tú -blando marfil de sueño, nieve de carne,
quietud de palma, luna en silencio-,
sentada, dormida en medio de tu cuarto.
Y yo ir entrando igual que un agua serena,
inundarte todo el cuerpo hasta cubrirte, y, entero,
quedarme ya así por dentro como el aire en un farol,
viéndote temblar, luciendo, brillar en medio de mí,
encendiéndote en mi cuerpo,
iluminando mi carne toda ya carne de viento."

Despues de esta estrofa entendemos la importancia de varias palabras que se repitirán una y otra vez en su trabajo poético: Cuerpo, luz, sueño y olvido. El camino que sigue Prados es el de desposesión de la carne, a través del sueño, el olvido o la propia carne cuando lo relaciona con el “sexo” “el cuerpo por el cuerpo”. Una huida contínua del plano materialista, en su búsqueda de la luz/libertad/belleza/amor. Veamos una estrofa del poema Quisiera huir:

Quisiera huir

Estoy cansado.

Un cuerpo padece mi agonía,
un cuerpo o multitudes que mi piel no dispone,
un ser que vive o sueña la altitud de mis límites...
¡Quisiera huir: perderme lejos de su olvido!

Me gustaría haberos contangiado un poco más de la luz de Prados, una luz en muchos contextos rechazada y olvidada que merece relecturas detenidas.

Soren

miércoles, 2 de enero de 2008

SOBRE LA ESTUPIDEZ: LA REDUCCIÓN DE UN JUICIO A LA EXPRESIÓN DE UNA OPINIÓN

¿Cuantas veces hemos increpado por o reclamado un juicio a una persona conocida, y saliéndose por la tangente, le ha sobrado atrevimiento para espetar el sublime juicio de opinión “no me gusta” o la triste justificación ibérica “porque me gusta” a secas? ¿Acaso no existe un exceso de opinión? ¿Y no es eso más que miedo?

Siempre me ha escocido una respuesta mal argumentada, un exceso parquedad acomodada, un conformismo que duele por su inoperante falta de rigor, de interés o de lealtad hacia los demás, que a fin de cuentas no deja ser un exceso “sí mismo” un “yo”, cobarde, que re-huye los problemas intentando esquivar “la verdad”.

En el prólogo del libro Sobre la estupidez (1) de Robert Musil y Johan Erdmann, Roland Breeur describe una de las formas de la estupidez sobre el exceso de opinión sin juicio:

“El objetivo de expresar opiniones en este contexto está claro; en primer lugar, es una manera de escapar al riesgo y a la inevitable acusación de estar en un error. Mi opinión no se dirige hacia ninguna verdad, por lo tanto, no puede ser falsa. De este modo, eludo el peligro de ser acusado y la necesidad de asumir esa responsabilidad. Pero la manera de imponer esto es el núcleo de la estupidez; reducir un juicio a la expresión de una opinión, es una manera de negar el hecho de que la verdad en cuanto tal, debe estar en juego”

¿No es cierto que la tendencia de la sociedad, de nosotros mismo es opinar huyendo del juicio? ¿Y no es cierto que haciendo esto nos alejamos más de la verdad? ¿Y no es cierto que esto es una estupidez? ¿Por qué entonces lo hacemos?


(1) Musil y Erdmann Sobre la estupidez Ed. Abada Editores, 2007, Madrid

PRESENTACIÓN

Mis queridos lectores, hoy día 2 de enero del 2008, inauguro este cuaderno de notas. Albergo grandes esperanzas o, al menos, ciertos aires de cambio me soliviantan con sentimientos de novedad. Y a veces, “lo nuevo, siempre es bueno”, sobre todo cuando andamos viciados en un círculo de hábitos exentos horizonte y desde sobre los cuales se asienta sin dilación el gran conformismo del mediocre burgués.

Dejando a un lado la enfermedad del resentido, que tanto enturbia el juicio y por lo tanto la vida, deseo que mis palabras (desesperadas pero nunca suicidas) sirvan para conducir a aquellos náufragos – uno debe reconocerse en sus semejantes – hacia la luz del hogar, aquella que sólo es asequible en paz y en intimidad, en perpetua reflexión con uno mismo o con sus iguales.

Con ánimo de construir un hogar donde permanecer, resguardarse o convivir (en el sentido unamuniano) ahí os echo un lance, ser meritorios de recoger el guante!

Soren