viernes, 9 de mayo de 2008

SOBRE LAS DEPRESIONES


Desde luego que es algo serio, pero no por ello voy a dejar de frivolizar con eterno sarcasmo, algunos de sus casos y como no, de sus abusos. Parece ser que hoy todo es debido a la “depresión”.

Vivimos un tiempo en el que justificar para creer se ha vuelto imprescindible. Necesitamos buscar un fundamento que nos ayude a creer en lo que hacemos, y el problema que deriva todo esto, radica en que apoyamos nuestras estériles esperanzas en flojos arneses, tanto, que todos terminan perdidos u olvidados. ¿Cuántas bajas laborales tenemos hoy en día por depresión, tanto en hombres como en mujeres? Estoy seguro que todos tenemos a un amigo, familiar o uno mismo que ha pedido baja por depresión. Antes, a las personas que se les diagosticaban depresión eran los “raritos”. La gente no se juntaba con ellos por miedo a que se les pegara esta “gran tristeza”. Hoy en día, los raritos son aquellos que se niegan a aceptar la ingente multitud de casos que aparecen por depresión. Entiendo que es una enfermedad muy dolorosa pero también existe un abuso que justifica la propia flojera o falta de voluntad humana. La depresión es el cajón desastre donde se guarda el desánimo individual y colectivo de una raza cansada y desorientada, aburguesadamente llena de miedos.

Cuantas veces no hemos oído algo así como; la depresión posvacacional. Supuestamente se achaca a aquellos casos que uno se deja olvidado algo en el sitio de recreo, y ese algo es la cabeza, ni qué decir: ¡Qué feliz sería mi vida en la playa, sin hacer nada! Queridos amigos, cuidado con esos suspiros silenciosos que os pueden causar depresión. Parece ser que el añorar o regocijarse uno mismo en los recuerdos le puede traer mal fario… ¡claro, como ahora la tecnología es la encargada de recordarnos lo que somos!

O aquellos casos de depresión posestudios de licenciatura, posactividades extraescolares, depresión posabandono de pareja, posdejar de fumar, etc, etc… ¡A ver, a ver! ¿Depresión no será entonces algo que dejas de hacer un día y de repente, te preguntas; me noto que me falta algo? ¿No será la depresión la melancolía de la añoranza de un tiempo de bonanza o un tiempo pasado? Bromas aparte, es muy preocupante esto. Si las cosas que dejamos de hacer que nos han implicado sufrimiento o felicidad nos producen “depresión”, es porque nos estamos convirtiendo en seres completamente “líquidos” con un mar interior atormentado. ¿No será la depresión la excusa perfecta para mendigar compasión? ¿Para dejarnos querer? ¿Para jugar de caramelo? ¿Una licencia para escaparnos de la temible rutina?

Por favor, dejemos de escucharnos tanto y darnos tanta importancia, no podemos justificar u ocultar nuestras inseguridades o miedos con “depresiones”, eso, nos hace aún peores personas.

No hay comentarios: